Masaje Post Operatorio

Toda persona luego de realizarse una intervención quirúrgica pretende obtener los mejores resultados posibles y conseguir resolver esa inquietud estética que afecta su salud, tanto física o psicológica. No obstante, los resultados finales no son exclusivamente de la operación, sino que en el postoperatorio favorece en gran medida los drenajes linfáticos. Muchas veces al no seguir los paso a paso de los expertos en el postoperatorio los resultados se ven obstaculizados.

El drenaje linfático es uno de los cuidados esenciales que otorga mayor efectividad a la hora de conseguir recuperarse con éxito de la cirugía y, por consiguiente, obtener unos resultados realmente satisfactorios. Así que mediante un tipo de masaje específico, el especialista logra que el cuerpo se reponga mucho mejor y con mayor rapidez, obteniendo un aspecto final más deseable para el paciente.

Por muy necesaria que puede resultar una cirugía, esta no deja de suponer una provocación contra el cuerpo. El equilibrio natural se rompe en el mismo instante que se realiza la incisión y, como respuesta defensiva, el organismo se inflama para destruir posibles agentes dañinos y recuperar los tejidos conectivos. Por lo tanto, los edemas postquirúrgicos son una respuesta normal que todo paciente desencadena con el fin de que su organismo se reponga.

Algunos de los grandes beneficios son:

  1. Contribuye a la cicatrización de la piel y lo tejidos, reduciéndose así el tiempo de eclosión.
  2. Se elimina con más facilidad los restos de anestesia, suero y medicación utilizados en la cirugía.
  3. Se reduce el dolor, haciendo mucha más llevadero el postoperatorio.
  4. Los hematomas desaparecen con mayor rapidez.
  5. Se fortalece el sistema circulatorio.
  6. La piel y los tejidos se hidratan con más intensidad consiguiendo así un mejor aspecto.
  7. La inflamación disminuye más rápido.

¿Por qué el drenaje linfático es tan efectivo?

Las experiencias positivas se suman cuando se habla del drenaje, ya que este consigue básicamente estimular el sistema linfático del organismo del paciente.

Lo primero es determinar lo que es la linfa. Se trata de un líquido amarillento que se encuentra entre las células del cuerpo, y en él se recogen los restos de grasa, células muertas, bacterias, agua, y otras clases de partículas. En la linfa, también se encuentran los linfocitos, una de las células que forma parte del sistema inmune del cuerpo.

La linfa se depura a través de los nódulos linfáticos, los cuales hacen retornar el líquido al sistema venoso y, de ahí, a la circulación sanguínea que acabará expulsando los desechos linfáticos del cuerpo gracias al sudor y la orina. Como se desprende de esta explicación, si el sistema linfático trabaja de manera óptima, la depuración del organismo será mucho más rápida y, por tanto, la reducción de los edemas postquirúrgicos también. Además, el aporte de linfocitos será mayor, es decir las defensas del paciente serán más fuertes.