La nariz es una de las zonas del rostro que más preocupa a la mayoría de nuestros pacientes. Te contamos cómo mejorar su forma con rinomodelación con ácido hialurónico.

La principal diferencia entre la rinomodelación y la rinoplastia es que la rinomodelación se trata de un proceso de estilización de la nariz que no incluye cirugía y no presenta complicaciones. En la rinomodelación, se intenta moldear alguna deformidad o portuberancia de la nariz para que ésta quede en armonía con el resto del rostro, pero las imperfecciones del paciente no deben estar muy marcadas para poder someterse al tratamiento.

El proceso de la rinomodelación no dura más de media o tres cuartos de hora, no requiere hospitalización y necesita anestesia local.

¿Cuándo someterse a una rinomodelación?

Si bien es cierto que muchos pacientes demandan una rinomodelación principalmente para eliminar la curvatura nasal, otros encuentran en ella un tratamiento facial perfecto sus necesidades concretas:

• Mejora las irregularidades tanto del caballete como la punta nasal.

• Perfila la punta nasal.

• Corrige asimetrías y rectifica la desviación nasal.

• Modifica el cierre del ángulo nasolabial y la caída de la punta.

Sin embargo, no es apta para personas que poseen un caballete muy prominente y muy marcado, ya que la técnica de la rinomodelación no permite reparar la base ósea. Para ello, recomendamos preguntar por una rinoplastia.

¿Qué ventajas tiene optar por una rinomodelación?

• El tiempo de la intervención no suele durar ente 20 y 45 minutos aproximadamente.

• Es un tratamiento indoloro y no invasivo.

• No requiere de anestesia previa, pero sí emplea anestesia tópica durante la intervención.

• Los resultados son inmediatos y visibles desde el primer momento y tienen una duración entre 12 y 16 meses.

• No deja marcas ni hematomas.

• Aumenta la confianza y mejora el bienestar de los pacientes.

• Permite incorporarte y llevar una vida normal justo después de que finalice la sesión.